"La verdad que no sé si volvería a este sitio. Se supone que cuando vas a comer a un sitio marisco, vas a vivir una experiencia y gastarte tu buenos dineros. Llegamos a las 14:10, nos sentamos y nos dieron las cartas hasta las 14:40, había solo dos camareros y todas las mesas estaban esperando. El ruido era tremendo y la atención era mala. Fuimos a probar las quisquillas crudas y ya no le quedaban , desde las 14 que entramos hasta las 15 que nos tomaron la comanda quedaba muy poca cosa y las mesas que entraron después nuestra les pasó lo mismo . La comida estaba buena , pero tardaban tanto en servirte que ya los últimos platos nos sobraron , no es normal sentarte a las 14:10 y que te sirvan el pescado frito a las 16:45. Yo le haría una reflexión al empresario , contratando más camareros , la atención sería mejor y las mesas consumirían más , incluso podrían doblar mesa y ganar más dinero. Mucha gente entraba preguntando y se quedaba en la barra de pie."
