"Fantástico restaurante argentino en pleno centro de Granada. A pesar de la ubicación, que puede hacer pensar que se trata del típico lugar orientado a turistas, el trato es cercano, atento y muy amable. A pesar de ir a cenar, con la bebida que tomamos mientras esperábamos la llegada de los platos, nos obsequiaron una tapa de ensaladilla riquísima. En cuanto a la comida en sí, probamos a modo de entrante las empanadillas criollas. Simplemente, espectaculares. La masa, en su punto de textura y cocción, y el relleno, delicioso: carne abundante y bien aliñada, con aceitunas e incluso pasas y, sobre todo, sin huevo duro, que lo detesto y perturba el sabor del resto de ingredientes. De las carnes de la carta, probamos la entraña. ¡¡Buenísima!! En este caso, nos explicaron que no se trataba de vacuno argentino, pero el corte era excelente y lo sirven, además, sobre piedra volcánica para que puedas ajustar el punto de la carne a tu gusto. Nos recomendaron el lomo alto para una próxima ocasión, que en ese caso sí es de procedencia argentina, y lo probaremos sin duda. ¡Repetiremos! Muy recomendable. Por cierto… no es usual que en los restaurantes argentinos te permitan pedir Malbec por copas. Tienes que pedir la botella entera y, en mi caso, como a mi pareja no le gusta el vino tinto, hace que tengas que optar por otra alternativa. Pues aquí pude pedir una copa de Malbec, y además, realmente apropiado para acompañar la entraña: Cafayate, de bodegas Etchart."
