"No es la primera vez que como en este sitio pero desde luego creo que será la última, las demás veces siempre había comido bien y el local me parecía bastante limpio, todo lo contrario de lo que ha pasado hoy, el suelo estaba pegajoso, las cartas llenas de huellas y aceite, los vasos con huellas, la comida no se correspondía con la imagen de la carta, pedí atún y me trajeron cualquier cosa menos eso, en el cartel de la puerta pone el precio para comer entre semana y el precio del fin de semana pero no te avisan que si vas entre semana no puedes acceder a toda la carta lo cual me parece un engaño, y para rematar el dueño que estaba sentado en una mesa con el móvil jugando con su hijo como si estuviera en su casa, se levanta le pide unas tijeras a la camarera y entra en la cocina a cortarse las uñas (la cocina es semi abierta y se ve desde fuera), vamos una decepción!"