"Menú de un entrante frío y uno de caliente y segundo plato, donde puedes escoger entre una de las propuestas de carne o pescado o bien uno de los arroces, como plato principal. El vino y los postres y cafés o infusiones van aparte. El menú es muy variado, con ingredientes de alta calidad y platos muy bien elaborados, con un toque distinto que los hace muy originales. El toque de brasa es perfecto, con carnes y pescados siempre en su punto. La decoración está muy cuidada, con una sala amplia y llena de luz, muy cómoda. Hay una terraza en la entrada muy acogedora donde puedes comer o tomar un aperitivos mientras esperas la mesa. Los baños, espaciosos e impecables. Aparcamiento propio. El personal, siempre pendiente, atento y de agradable trato. Hay dos turnos, a las 13h ya las 15h. La entrada de este último puede retrasarse porque se deben ir vaciando las mesas del primer turno, pero el jefe de sala está a cuento para que la espera no sea demasiado larga. De todos modos, ¡la espera vale la pena! No se pierdan las sardinas en escabeche suave de verduras, los mejillones, la brandada de bacalao, el pie de cerdo a la brasa, la merluza en la Donostiarra, el bacalao y cualquiera de los arroces. Buenísimos!!! Y de postre, la crema catalana de Iaia, el helado de músico, el pastel de chocolate y un pastel de queso excepcional!!!"