"Sitio típico de turismo, con una muy buena ubicación y carta variada, aun qque la comida en si es sin grandes pretensiones. Servicio rápido (para el bullicio que había) y camareros prefesionales. Comimos empanada de trigo, mejillones vinagreta y almejas (eran japónicas, ni babosas ni nada, y 18 eurazos) con una botella de albario y un postre a casi 30 euros/persona. Para no repetir"