"¡USTED LECTOR!, le recomiendo REVISAR ATENTAMENTE esta CRÍTICA antes de PLANIFICAR su visita a este establecimiento. (Cabe aclarar que esta reseña es desde el punto de vista de restaurantes de alto standing) Al ingresar al restaurante, se encontrará con un comedor de dimensiones reducidas, caracterizado por una decoración sencilla y minimalista. La cocina, visible para el público, evoca una impresión poética. El servicio, aunque funcional, carece de calidez, siendo apreciable la ausencia de un trato más ameno. No obstante, es relevante destacar que el chef ofreció al final de la cena una charla que se distinguió por su amabilidad, carisma y profesionalismo. En cuanto a los camareros, sería beneficioso que proporcionaran descripciones detalladas de los platos. Mi acompañante, quien es alérgico a los mariscos; en este caso, se adaptaron los platillos de manera adecuada. Opté por el menú degustación, con un costo de aproximadamente 50€, y puedo afirmar que no deja lugar a la insatisfacción en cuanto a porciones. El menú ofrece una variedad considerable de platos que sacian el apetito de una persona promedio. Además, la selección de vinos es extensa. A pesar de no ser un entusiasta de los pescados, la preparación y combinación de sabores resultaron altamente satisfactorias. Destaco la ostra en escabeche de zanahoria como el plato más destacado, con una explosión de sabores sublime y un toque picante perfectamente equilibrado. En contraste, el cordero se posiciona como el punto menos favorable del menú, presentando sabores intensos que perturban la armonía general. Los demás platos exhiben una calidad destacada y un sabor apreciable. En resumen, esta experiencia gastronómica ofrece tanto momentos culinarios excepcionales como algunos aspectos mejorables en el servicio y la coherencia de los sabores. Su elección dependerá de la importancia que otorgue a estos elementos en su búsqueda de una experiencia culinaria gratificante."
