"Lugar de comida chatarra vegana, aunque hay opciones saludables dentro del menú que no son frituras. Sirven buena cantidad, especialmente las patatas fritas, no así de calamares. Es de destacar la ensalada mexicana. Hay detalles que son mejorables, que solo expongo para ver si los tienen en cuenta: Los botes de salsa los pusieron destapados y no había servilletas en los servilleteros. La decoración de Navidad seguía en el escaparate, a pesar de ser julio cuando estuve. La cocina es abierta, por lo que todo está pringoso y enseguida huele todo a frito. Aparte de estas cosas, es un local de comida rápida vegana que no hay en todos sitios, con horarios competentes y eso es de agradecer. Además todo el menú es vegano y, si algo no está disponible, lo tienen actualizado en el código QR, por lo que se evita perder el tiempo asegurándose si es vegano o si hay tal o cual plato."