"Lugar sencillamente fantástico para cenar. El local es sencillo, sin grandes alardes. Pero lo bueno está en la cocina y la atención. No admiten reservas, una vez te presentas allí, si no hay mesa te toman nota y te llaman por teléfono. Nosotros fuimos dos días seguidos, y nos calcularon una hora de espera, y además de ajustarlo bien, te mantienen informado sobre dicha espera. Todo el personal (hay tres chicos jóvenes, uno de ellos parece dueño o gerente, y dos personas más mayores, no sé si familia de éste último) todos de diez. El gerente, además te informa profundamente de todas las dudas y te aconseja sobre los platos o la bodega. Sobre la limpieza del lugar, sólo hay que ver al hombre más mayor secando cada vaso durante varios segundos. En este sentido perfecto. En cuanto a la comida, un día comimos pizzas y unas bravas. Algo sencillo pero realmente diferente a otros lugares. Estaban geniales. El segundo día, cominos un solomillo de vaca vieja en dados sobre parmentier trufada y boletus, y la Granja,s Burguer de vaca vieja. Ambas cosas para llorar de ricas y sabrosas. Se ve que ponen cariño en lo que hacen. Relación calidad precio magnífica. No digamos ya estando en el lugar del que hablamos. Totalmente recomendable."