"Acudimos con la familia a cenar y la experiencia no fue del todo agradable. Aunque la comida estaba buena, el establecimiento era muy estrecho y pusieron dos mesas de manera paralela con grupos grandes, lo que fue un impedimento para todo: acceso, comunicación, aumento en el ruido... Por otra parte, tuvimos que esperar más de una hora para que nos trajesen las pizzas, por lo que la espera junto con el ruido y la falta de comunicación fue insoportable. Finalmente, uno de los cafés reventó la copa del calor y manchó a uno de los comensales, el cual recibió un trato genial por parte de los camareros, que le ofrecieron una camiseta extra. Esperamos que la próxima experiencia sea mejor."