"Desde que entramos ya se veía algo distinto. El ambiente y decoración son geniales sin ser nada cargado. El servicio muy profesional. La carta no extensa, pero con exquisita selección. Pedimos: El huevo, bueno como pincho; la coca, estaba buena, pero nada fuera de lo normal; el pastel de rabo de toro, espectacular (aunque aconsejaría un poco más de puré o salsa); el pulpo en la parrilla (fuera de carta), buenísimo y el coulant de tres quesos (aunque siendo un coulant, no salía líquido cuando lo rompes), una combinación super recomendable. Lo compartimos, aunque nos quedamos bien. Éramos 3 y salimos 20/persona, así que, muy bien. En definitiva, muy recomendado."