El Galliner De L'antiquari

La comida correcta, aunque no es de mis lugares favoritos de Tarragona. Los camareros muy atentos.

Una comida riquísima y el trato del personal inmejorable. El camarero que nos atendió majissimo. Un 10.

Menu bueno y bien presentado,el responsable super atento y educado,para repetir ,muchas gracias Galliner

El restaurante es muy acogedor, la comida la verdad que estupenda. Venía con menos expectativas pero me voy muy contento. Gracias por todo!

Lugar encontrado en centro ciudad paseando, totalmente recomendable. Tapeo de calidad y buen trato por el personal, lugar para no dejar de visitar.

Excelente trato por parte del servicio que brindó muchas atenciones. Comida abundante y de calidad. A tener en cuenta si se visita Tarragona. Fueron flexibles hasta para proponer platos a medida fuera de carta para mi hijo pequeño.

Nos sorprendieron con un servicio excelente mucho más allá de lo esperado. El ambiente, agradable y acogedor. La comida deliciosa. Cena con entrantes para compartir y segundo para cada uno; 2 botellas de vino, postres, café por un precio muy razonable. Lástima que no pregunté el nombre de las personas que estaban en el servicio porque me hubiera gustado mencionarlos en esta recomendación. Un trabajo excelente!

Cenamos el menu de Navidad,precio a mi gusto excesivo para la calidad ofrecida.Fueron 38e por 3 entrantes,principal,postre y vino. Los entrantres de calidad media,me sorprendio un pulpo con patata al que le quedaba muy bien el crujiente.Asi como la lubina tenia una pinta exquisita,mi bacalao dejaba mucho que desear,sobre todo porque decidieron montarlo sobre un pure de calabaza de lo mas ramplon que te impedia disfrutar del sabor del pescado. Feo detalle que nos echaran a las 23:30,siendo una cena de Navidad en jueves 14.12.

Una experiencia agridulce. Nos habían recomendado este restaurante y, efectivamente, la comida fue muy buena. Pero tuvieron un par de fallos realmente incomprensibles. Por un lado pedimos una botella de cava y estaba caliente. Para colmo el camarero abrió la botella y empezó a servirnos cuando en ese momento el cava era imposible de tomar. Pero lo peor fue cuando pedimos un pan tumaca y nos trajeron el pan “con trozos de tomate para que los untáramos nosotros”. Al decirle que nos lo preparasen ellos la respuesta fue retirarnos el pan. En cualquier caso una mención especial a Olalla cuya amabilidad, simpatía y atención fueron excelentes.