Bar Restaurante Chasa

El trato ha sido extraordinario, estaba todo buenísimo, especialmente las croquetas, que estaban impresionantes. Buenísima calidad-precio

Aunque era tarde y ya tenian la cocina cerrada nos hicieron una excelente pizza. Local agradable con terraza, comida de picoteo y con comida italiana. Sorprendente, en el corazón del Pirineo. Volveré

Muy buena calidad y servicio. Los propietarios son encantadores y profesionales. La comida muy buena , a destacar las cocochas de bacalao. Suele haber mas variedad de pinchos en fin de semana y en verano.

Comimos dos grandes y buenos bocadillos de lomo y ricas patatas bravas. Personal bastante amable. No se puede pagar con tarjeta. Me trajo buenos recuerdos de la infancia de cuando fui a veranear dos veces con mis padres.

La nueva orientación del Bar Chasa en jasa merece una visita por si sola. Auténtica comida italiana, excelente en sabor y presentación, unido a la gran atención de maría y Giorgio. Una nueva propuesta en la zona que merece la pena probar y repetir sea para desayunar, comer o cenar.

Como siempre, en el Bar de Jasa te tratan como si fueras de la familia. Las tapas que elaboran diariamente son muy buenas, la pena que esta última vez no tuvieran salmueras, que las preparan estupendamente. Las croquetas son muy especiales, y también para comer menú del día fenomenal.

Encargué una cena para 8 amigas y todo muy bien. Un gazpacho de piquillos con mozzarella, huevos rotos, ensalada , croquetas y cuajada. Todo casero. Me consta. El hecho de que sea un lugar sencillo no le resta mérito y hay que entender que es un pueblo pequeñito, lo que tampoco lo desmerece.

A pesar de que llamamos para preguntar si estaba abierto y nos confirmaran que sí, al llegar allí no quisieron servirnos. Intentamos reservar y nos dijeron que no se podía, pero que fuésemos, que no habría problema. Si hubo problema Cuando llegamos no nos dieron cena. Y había sitio. Es imperdonable.

Nos dijeron que mal y caro, pero habíamos reservado y somos legales. Resultado muy malo. Menú de 2 primeros y 2 segundos. Uno de los primeros macarrones viudos y con tomate de bote. Fatal uno de los segundos eran calamares Romana, claro Jasa puerto pesquero, pues eso congelados y de los malos. No había otra posibilidad. Vamos igual tuvimos mala suerte pero era el día fatídico y coincidimos.