Cala Bandida - Menu

Muy buenos arroces y un ambiente agradable. Vale la pena si estás por Jávea!

La comida está buena, un poco escasa, (los calamares espectacular) la bebida CARÍSIMA, un tinto de verano 6.5€ es una barbaridad

Restaurante con vistas muy bonitas, la comida de calidad pero un pelín escasa, el servicio amable y atento, sin duda volveré a repetir

Un lugar encantador para desayunar/brunch, tanto en terraza como en interior, muy bien acondicionado. Parece que estás sobre el mar, como en un barco. Se aceptan perros.

Nos ha encantado! Sitio precioso con vistas de 10 y la comida genial, pedimos la ensalada bandida que estaba buenísima ,un arroz que estaba perfecto y de postre la torrija. Repetiremos sin duda.

Buenas vistas del pueblo de Javea, el local muy acogedor. Sin embargo el calor era insoportable. Deben implementar aire acondicionado, o mas ventiladores (alguno había en la zona anterior). Si no es así, durante los meses de Julio y Agosto solo se podrá ir por la noche.

Precioso sitio junto a la playa de calpe, da gusto comer en un entorno así, solo probamos una tapa porque estaba todo reservado por lo que se recomienda llamar para reservar mesa antes de ir. Los productos son de calidad lo que también se nota en el precio. El servicio es muy atento y amable. La experiencia en conjunto es buena rozando la perfección, enhorabuena.

Tuvimos suerte a la hora de reservar y nos dieron la última mesa disponible. La comida muy buena, desde los entrantes hasta los postres. El menú infantil a es muy completo (tortilla francesa, jamón york con poca sal, tomates cherri y patatas fritas). También hay opción de croquetas. Con vistas al mar en una zona privilegiada. El personal es súper atento. La camarera que nos atendió fue muy agradable, siempre con una sonrisa; conectó muy bien con el pequeñajo de dos años. Quizás los precios de algunos platos un poco elevados, pero supongo que la calidad de los platos y la ubicación tienen un precio.

El sitio es de excepción, una terraza sobre el mar en pleno puerto de Jávea, con brisa asegurada y el mar turquesa a tus pies. Personal joven, decoración puesta en el detalle, moderna y alegre, y una comida muy recomendable son otras de sus señas de identidad. Conseguimos la mesa de milagro, en agosto es mejor reservar. La ensalada con membrillo, queso de cabra y jamón de pato estaba espectacular, y la hamburguesa de foie también, al pulpo le sobraba pan frito y aceite, y a los calamares limpiarlos, esas cosas son puntos a mejorar, pero aún así volveré. Ahh...y Las torrijas de horchata, un goloso final a recomendar.