Autzagane Amorebieta-etxano

Todo lo que nos sirvieron exquisito y el servicio fenomenal.

Menu of the day very correct quality, price and service Price per person: €10–20

Meal type: Lunch Food: 5 Service: 5 Atmosphere: 5 Parking space: Plenty of parking Parking options Free parking lot, Free street parking

We ordered a portion of croquettes, very small and very little quantity, they did not taste of anything, only the breaded, 9 euros, they are not really worth it.

Situado en el Alto Autzagane, en el monte. En el comedor platillo para el pan, personal uniformado, buena cocina, resaltando el postre hojaldre de manzana. Buena experiencia. Service: Dine in Meal type: Lunch Price per person: €40–50 Food: 5 Service: 5 Atmosphere: 5

El sitio es muy bonito, puedes comer dentro, arriba tienen un comedor muy chulo. O en la terraza, que en verano es ideal. Es un sitio de los que te cantan el menú del día y la comida es casera, buena cantidad y rico. Y de precio, el menú del día de lo mejor en relación calidad-precio. El café también está muy bueno. Food: 5 Service: 5 Atmosphere: 5

Menú con 4 primeros y 2 segundos y con muy poca cantidad en las raciones. De primero unas alubias que son servidas, el segundo una tajada y media de lomo un pelin más gorda de lo normal y de postre tres triángulos de queso con tres daditos de membrillo como la uña gorda.El vino del menú tiene un suplemento de 3,5€. 18,40 por un menú escaso con una copa de crianza y un cortado. Sin incluir en ese precio la botella de vino de menú. Lo siento pero para haber sido mi primera impresión no invita mucho para volver a repetir.

Un rincón increible que descubrimos por casualidad. Fuimos dos noches porque desde luego es para repetir. Además, puedes pasar con perro, es DogFriendly! Pedimos pimientos, ensalada de bonito y tomate, un rape (espectacular), queso con membrillo y la segunda noche entrecot y bacalao a la bizcaína. De postre, torrija (una maravilla). Pero además de todo esto y de estar en un sitio espectacular, el trato de las 3 chicas que nos atendieron fue magnífico. Nos recomendaron platos, lugares para visitar, se preocuparon por el perro, etc.

El restaurante captura toda la esencia local en sus paredes, situado en un rincón apartado del bullicio de la población y rodeado de la naturaleza exuberante. La dueña nos atendió de maravilla en todo momento, irradiando una simpatía sin igual que hizo nuestra visita aún más especial. Optamos por el menú sidrería y quedamos encantados. Comimos croquetas de jamón (8 unidades) que parecían derretirse en la boca, una tortilla de bacalao tan esponjosa como una nube, y un chuletón a la brasa cuyo aroma por sí solo era un deleite, acompañado de crujientes patatas fritas y una fresca ensalada. El maridaje perfecto fue una botella de sidra que parecía contener la esencia de los manzanos vascos, y pa...